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Criterios y sensibilidades

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Criterios y sensibilidades
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francia futbolQué bonitas son las palabras cuando suenan bien y qué traicioneras cuando el trasfondo lleva consigo la controversia, capaz de provocar un desencuentro difícil de arreglar. Criterios y sensibilidades a flor de piel se cruzan en la tempestad. En este entuerto se podría decir aquello de “al principio fue el balón”, para terminar añadiendo “y los criterios desataron la tormenta”.

   Francia vive estos días sumida en una gran contradicción. La pasada semana el diario digital Mediapart se hacía eco de los contenidos de una reunión de la Dirección Técnica Nacional (DTN) que tuvo lugar el pasado 8 de noviembre, en la que estuvo presente, entre otros, el seleccionador francés Laurent Blanc. En esa reunión se habló sobre la posibilidad de cambiar los criterios de detección de jóvenes futbolistas entre 12 y 13 años que ingresan en los centros de formación futbolísticos, para mitigar, en primera instancia, lo que para los miembros de la Dirección Técnica Nacional es un problema:los futbolistas africanos que cuentan con doble nacionalidad. Nacidos en Francia, descendientes de inmigrantes, completan su formación deportiva y académica en el país galo, y algunos, no todos, deciden defender los colores del país que vio nacer a sus padres. A botepronto se me ocurren dos casos de futbolistas en activo: Fréderic Kanouté juega con Mali y Marouane Chamakh es internacional marroquí. Formados en las canteras de Lyon y Burdeos, respectivamente. Sin embargo, una gran cantidad de futbolistas de origen africano (subsaharianos y magrebíes) decidieron y deciden vestir la camiseta de Francia. Hay cantidad de casos, todos ellos futbolísticamente muy reconocidos: Zidane (de origen Kabil); Ribéry, Nasri y Benzema (descendientes de argelinos); siguiendo por Mandanda, Sagna, Clichy, los Diarra, Malouda… Curiosamente, los dos futbolistas más grandes que ha dado el fútbol francés, Michel Platini y Zinédine Zidane podrían haber jugado con Italia y Argelia, pero eligieron hacerlo con Francia. Raymond Kopa (su verdadero apellido era Kopaszewsky) era de origen polaco y es una de las grandes leyendas del hexágono futbolístico.

Tomamos los ejemplos de Kopa, Platini y Zidane para ahondar en la contradicción del planteamiento: junto “al problema” de la doble nacionalidad, salió a colación “la conveniencia” de priorizar los criterios técnicos sobre los atléticos a la hora llevar a cabo la selección de jóvenes valores. Y retomamos los casos de Kopa, Platini y Zidane: todos ellos seleccionables por dos países diferentes y dotados de una técnica sublime.

   Históricamente el fútbol también ha sido fuente de prejuicios. Sucede a menudo: un virtuoso potencial es descartado en sus inicios por cuestiones físicas y termina completando una carrera ejemplar. Me acuerdo del gran Alain Giresse, el pequeño maestro, sometido a los tópicos de talla y peso. Sin embargo creo que estos casos no son estructurales (si no Giresse nunca habría sido futbolista profesional); simplemente son víctimas de la insensibilidad futbolística, de la falta de agudeza y visión a la hora de valorar el potencial futbolístico y descifrar el talento con miras al futuro. Una víctima de esa falta de agudeza por parte de los formadores franceses fue Antoine Griezmann, un ejemplo muy comentado en los últimos tiempos por los medios futbolísticos franceses. No todo el mundo tiene los mismos gustos y criterios futbolísticos.

 

   Los centros de formación en Francia nacieron a finales de los años 70. Fue la semilla, hecha flor a partir de los 80, con estilo de patente. Los equipos profesionales crearon sus propios viveros, convertidos en centros de diversidad cultural; dirigidos a competir por ser los mejores con un sello propio: formación a la francesa. Existían clubs, como el Nantes (¡qué lástima su desnaturalización!), creadores de un estilo reconocido en todo el mundo (jeu a la nantaise): fútbol de pase, permutas y técnica en movimiento. Allí, en los excelsos terrenos de la Joneliere, entablaron una amistad muy especial dos compañeros de promoción que más tarde serían campeones del mundo: Didier Deschamps y Marcel Desailly. Éste último no era francés de nacimiento, sino ghanés. Nació en Accra. Pero contaba con la doble nacionalidad y decidió defender el pabellón galo. Un portento físico.

   Jugadores de la estirpe del mencionado Desailly han ido proliferando en los últimos años en los centros de formación franceses. Patrick Vieira es un símbolo, por su tipología. La figura del medio- centro fuerte, físico y potente, arquetipo del fútbol moderno, encontró en el actual jugador del Machester City a su máximo exponente. Sobre todo en su campañas como jugador del Arsenal. Guardametas felinos (Bernard Lama), zagueros fornidos (Basile Boli), laterales resistentes e incansables (Thuram, Abidal, Evra), delanteros explosivos (Henry, Wiltord, Anelka). Precisamente, Lilian Thuram y Patrick Vieira han sido los más virulentos a la hora de censurar los planteamientos de la Dirección Técnica Nacional. Criterios y sensibilidades chocan frontalmente, y viejos compañeros, amigos en algunos casos, se encuentran en medio de una tormenta dialéctica. Palabras de trazo grueso como “escandaloso”, “inadmisible” han salido por boca de esos dos componentes de la Francia campeona del Mundo en 1998. Thuram es originario de la isla de Guadalupe, y Vieira, senegalés de nacimiento. Otros compañeros de aquel equipo, como Bixente Lizarazu y Christoph Dugarry, han querido templar gaitas, conocedores del fondo que puede tener este choque de criterios y sensibilidades en la sociedad gala, que amenaza con romper la figura armónica de aquel equipo campeón. El autor del tercer gol en la final ante Brasil, Emmanuel Petit, que no guarda una buena relación personal con Zinédine Zidane, ha hecho un llamamiento público al astro, sabedor de la influencia que tiene como persona y gloria del fútbol en Francia, para que desde su posición privilegiada emita un mensaje de cordura.

   En ningún caso se acusa a la Dirección Técnica Nacional y al propio seleccionador Laurent Blanc de racismo. Pero el sentimiento de discriminación a la hora de hablar de cuotas es evidente en personalidades deportivas tan reconocidas como Yannick Noah, Lilian Thuram o Patrick Vieira, los más explícitos en sus manifestaciones. Dos investigaciones están abiertas en medio de la polémica: una por parte de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) y otra por medio del Ministerio de Juventud y Deporte. Laurent Blanc reconoció, días atrás, la existencia de esa reunión y los comentarios transcritos por parte de Mediapart. El seleccionador se remitió a los criterios deportivos, y pidió disculpas por si alguien se siente herido por otro tipo de lecturas que pudieran generar aquellas palabras. A principios de la semana que viene comparecerá ante las dos comisiones que se han formado para aclarar el entuerto.

 

   Laurent Blanc fue un futbolista impecable. Elegante dentro y fuera del campo. Jugó en equipos tan diversos como el Montpellier, Nîmes, Nápoles, Saint-Etienne, Auxerre, Barcelona, Inter, Manchester United y Olympique de Marsella. Campeón de casi todo a nivel de club y campeón de todo con su selección. Un tipo muy valorado por su forma de ser en todos los ámbitos. Cuando jugaba le apodaban Le President, por sus dotes de liderazgo desde el respeto y el carisma. Su trayectoria como entrenador está siendo fulgurante: un título de Liga y Copa de la Liga con el Girondins, cuartofinalista de la Liga de Campeones con el cojunto bordelés, y seleccionador galo elegido por unanimidad el pasado mes de julio. Una reunión secreta, unos criterios deportivos con el FC Barcelona como modelo, y muchas sensibilidades heridas.

   Francia es un país muy diverso. Hace unos años se escenificó en las periferias de las grandes ciudades la inestabilidad que provocan las desigualdades. El lema de la Francia campeona del Mundo en 1998, black-blanc-beur (multicolor), quedaba en entredicho. El fútbol es un mundo privilegiado, en muchos aspectos, pero siempre ha de tener presente la realidad. Y la realidad es muy compleja.

 

 

 

                                                                                              Naxari Altuna (periodista) naxari altuna



COMENTARIOS

Txispas
09/05/11 09:43PM

¡Qué gozada poder tener un foro para hablar de fútbol plural! La Liga francesa está muy bien. Y conocer las interioridades de ese fútbol ayuda a entender mejor las cosas. Tela marinera lo de Blanc y compañía. Tema de debate, claro que sí.


Bleumaníaco
09/05/11 08:56PM

Es verdad que han cambiado los tiempos. Francia juega de otra manera, más física, y así ganaron el Mundial. Tigana, Giresse, Platini, Ghenghini. Espectacular. Una media antológica.


Galimatías
07/05/11 11:18PM

Hola. Soy Matías y ando confundido.


Txipiron
07/05/11 02:23PM

Viendo la composición de la selección francesa cuesta entender que planteen cosas de ese tipo. Francia es un país muy variado. Con muchos orígenes.Imagino que estarán saltando chispas. Pufff.


Ulala
07/05/11 11:46AM

Joder. Francia tiene una Copa de Europa en sus vitrinas. La ganó el Marsella. El otro día, casualidades de la vida, estuve viendo un resumen de aquella final que lo pasaron por un canal de estos de deportes. El córner lo sacó Pelé, el padre del chico que ahora juega en el Marsella, y el gol lo marcó Boli, otro africano. Además, creo que Boli jugó con Francia, ¿no? Vaya lío se ha montado.


Black
07/05/11 12:30AM

Yo me acuerdo de otro muy bueno. Un líbero que la movía de cine. Tresor. El asunto me parece feo y de difícil solución. Y si ya andan a la gresca los que ganaron el mundial, pues feo está el tema. Lo seguiremos de cerca.


Palote
06/05/11 11:20PM

Un tema muy interesante y complicado. Joder, habrá que ver cómo se matizan esas palabras. A mí Blanc siempre me ha parecido una persona sensata. Pero siempre sucede con estas cosas, el peligro de caer en la demagogia. Habrá que escuchar las explicaciones. Un tema canalla. Pero, vamos a ver, si Francia lleva una tira de años jugando con africanos. Hay de todo, más físicos, más técnicos. Pero dicen que el futbolista moderno tiene que aunar ambas cosas, ¿no? Entonces, ¿por qué se meten en estos berengenales? Couriol, Janvion, Touré (un gran delantero del Nantes), Tigana, etc. eran muy finos. Qué manera de complicarse la vida, vaya.


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