Parece que no fue aquí. No debió de ser la selección española, y por ende el fútbol del Barça, la que se ha proclamado campeona del mundo al mismo tiempo que se convertía en la envidia y la admiración del planeta fútbol. Será por la misma razón que provocó que antes de la irrupción de los éxitos se reivindicaba con furor la vuelta de la furia, y debe ser por ello que se vive con tanta incomodidad con el nuevo estatus y el nuevo estilo.
Conviene no olvidar que todo esto lo trajo un holandés (no por azar) como Cruyff y pudo desarrollarse en el territorio de España más cercano a Europa. Será casualidad.
Se suele tildar de caverna a la voz de lo rancio, pero si del fútbol español hablamos, caverna y poder están en el mismo sitio y en amable armonía: ahora sabemos que Mou no fue fiel a sí mismo en la famosa manita, y que ha decidido volver a lo práctico para así acabar de una vez con el cuento catalán. La solución no es otra que la de siempre, y pasa por la seguridad que les produce medir a los futbolistas al peso, cuanto más grandes mejor, para acabar sentenciado con ignorante seguridad: «La solución pasa por Pepe de mediocentro».
Y es que el Barça está protagonizando una evolución en el fútbol solo equiparable a la que protagonizo Arrigo Sacchi con su Milan. Este nos enseño cómo provocar que el rival no pudiera jugar, nos mostró como hacer peor al adversario. A partir de ahí el futbol ganador bautizado como vincente pareció ser uno repleto de músculo, poca distancia entre los jugadores (no se jugaba para mantener un supuesto orden) para acabar dejando la obligación del gol a delanteros que vivían como auténticos náufragos del juego.
La revolución del Barça tiene que ver con ser mejor, con jugar mejor que el adversario y para ello ha creado unos conceptos, una organización y unos jugadores (Cesc, Xavi, Iniesta o antes el propio Guardiola) que solo se explican en esta cultura y solo necesitan un aliado: la pelota.
Por ello aquella supuesta hegemonía de aquel fútbol sin fútbol que tan bien encarnó Fabio Capello se ve ahora tan lejana, tan anticuada, tan aburrida.
Como solo hay una iniciativa y una pelota y el Barça se ha adueñado de ambas, a los rivales no les queda nada más que esperar a que tengan algún problema. Contra este Barca en plenitud no hay nada que hacer, sencillamente porque juegan un futbol de otro nivel y más desde que Guardiola ha añadido todo lo de Sacchi al legado de Cruyff. El 2-6 de hace dos años y el 5-0 de este año forman parte de la historia del fútbol y del arte.
Al igual que contra el Milan de Sacchi, a los rivales solo nos queda aprender de sus virtudes para robárselas en la medida de lo posible, y mientras vamos aprendiendo esperar a la casualidad en forma de accidente o problema. En la actualidad, está sufriendo algunos peligrosos. Las lesiones de Puyol y la enfermedad de Abidal han venido a desequilibrar una armonía perfecta. Al igual que con Toure el año pasado, Guardiola se ha tenido que inventar un central como Busquets pasando a Mascherano a la posición de mediocentro. El argentino puede ser un perfecto mediocentro para todos los equipos del mundo excepto para el Barcelona. Busquets, con su facilidad para pasar en el tiempo justo y con la sustancia adecuada permite la ventaja que Xavi e Iniesta necesitan para ser decisivos. Sin este triángulo, el Barça ha sido en los últimos partidos un equipo más plano, previsible y abordable. Que las lesiones posibiliten al Barça ser el mismo marcará el rumbo de estos duelos. En los ocasionales problemas del Barça intentará Mourinho encontrar una fisura para triunfar en su reto más difícil. Para vencer a un fútbol superior.
Raúl Caneda (entrenador nacional de fútbol) -en la voz de galicia-
Las coyunturas marcan la pauta, ¡Y el Madrid responde con Pepe en el medio campo! Esto es macanudo. Objetivo: que no se juegue al fútbol. Final de Copa chusquera...
Cuando se pone una coma, es ponerle pausa al juego antes de filtrar un pase al espacio. Como cuando Nené Suárez levantaba la cabeza... Allí estaba el gol!!!
Gracias O Grove, por compartir tu sabiduría en este foro de artistas que siempre pedimos la bola al pie...
Alejados libres, mirada afilada y cuore colectivo.
Liberalismo de hoz y martillo!!!!
Galiza calidade! Cuando habla la pelota...
Gracias Raúl por sumarte a este foro.