El fútbol siempre tiene guardado un guiño para los que nunca imaginaron lo imposible. Alguien escribió que “sin sueños las conquistas son imposibles”. Los sueños remueven cimientos.
Hoy viajamos a Alemania, al revitalizado fútbol teutón; el reflejo más fiel de la mundialización balompédica. La Nationalmannschaft supuso una bocanada de aire fresco en el pasado Mundial de Sudáfrica. No fue fruto del azar. La sociedad germana, mezcla de mil y una culturas, se ve reflejada en una selección multicolor. Ellos nacieron en Alemania, lejos de la tierra de sus padres, y la mayoría decidió enfundarse la elástica de las tres estrellas. La política impulsada por la DFB (Federación alemana de fútbol) hace varios años para reflotar el maltrecho fútbol germano recoge sus frutos en éstos días de gloria para los amantes de lo imposible. Alemania venía avisando en categorías inferiores; refrendó el trabajo de base con un papel estelar en la pasada Copa del Mundo, y ahora sorprende con la pujante Bundesliga.
Todo el mundo presupone al Bayern campeón. El gigante bávaro históricamente acostumbra a mirar al resto desde lo más alto. Pero éste año la jerarquía va camino de cambiar (está a trece puntos del líder). Los modestos y algún ilustre que vuelve amenazan el reinado del conjunto muniqués. En la cima de la clasificación asoma con letras mayúsculas el Mainz 05, un modesto club del palatinado, en el suroeste del país. Ha igualado el mejor registro de triunfos consecutivos en la Bundesliga (en manos del Bayern Munich y Kaiserslautern): siete triunfos en las siete primeras jornadas, ganando en casa del Werder Bremen, Wolfsburgo y Bayern Munich. Es el mejor arranque de la historia en el campeonato alemán. Los sueños imposibles quedan impresos con arabescos en la cuna de Gutenberg.
Precisamente, el triunfo en la sexta jornada ante el campeón, en Munich, hizo rebasar el límite de la sorpresa para colocar el listón a la altura de brillante realidad. ¿Cómo es posible que un club, con un presupuesto que ronda los 20 millones de euros, pueda presentar tales credenciales? Cuál es el secreto? El típico-tópico hablará de trabajo, o de sorpresa efímera; flor de un día, imaginando la llegada de una tormenta devastadora en plena primavera. Quien más quien menos tirará de hemeroteca para recordar el pasaje del Hoffenheim hace dos temporadas. Pero en contraposición a su rival en la séptima jornada de la Bundesliga (el Mainz avasalló por 4-2 al Hoffenheim), el actual líder del campeonato alemán no está cofeccionado a base de talonario, ni contaba, a priori, con figuras en ciernes cuando fueron contratadas.
La punta de lanza del Mainz es un corpulento punta húngaro que ha llegado al equipo ¡¡¡desde la cantera del Real Madrid!!! Se llama Adam Szalai. Su trayectoria recuerda a la de aquél delantero danés que jugaba en el Castilla a finales de los ochenta, de nombre Fleming Povlsen. En Madrid no confiaron en él y luego realizó una brillante carrera en el Colonia, PSV Eindhoven y Borussia Dortmund. Ganó la Eurocopa de 1992 con Dinamarca, secundado por Brian Laudrup. Szalai llegó cedido en el pasado mercado de invierno y ya es propiedad del Mainz. Viene a ocupar la vacante del delantero de Burkina Fasso Bancé, que fue una de las grandes sensaciones de la pasada Bundesliga. Delantero potentísimo éste, de zancada prominente y látigo certero. Le sedujeron los petrodólares.
La entente de Szalai con el joven exterior zurdo Lewis Holtby llama la atención. Éste chico es el capitán de la sub’21 alemana, y el próximo mes de noviembre debutará con la selección absoluta. Ironías del destino (sucede mucho en el mundo del fútbol), fue desechado en su día por el Borussia Mönchengladbach por achaques a su complexión física (en el fútbol el balón es la referencia. Platini y Giresse también sufrieron los rigores del tópico en su juventud. Luego fueron grandes de verdad).
Holtby es alemán de nacimiento; su padre es inglés: hincha acérrimo del Everton. Al chico le metió el gen de los toffees, y quizá algún día le veamos al lado de Mikel Arteta. Pero lo curioso del caso es que los derechos federativos de Holtby pertenecen al Schalke 04, el nuevo equipo de Raúl, que se ha gastado una fortuna en fichar a Jurado, habiendo cedido a la sensación de la Bundesliga al Mainz. Resulta que el Schalke 04 es el peor equipo de la competición, por fútbol y resultados.
Andre Schürrle, 19 años, es otro de los jugadores que florece dentro de la nouvelle vague germana. El Bayer Leverkusen ya se ha hecho con sus servicios para la próxima temporada. El tunecino Sami Allagui también se ha sumado a esta fiesta de los veinteañeros irreverentes.
Dirige las operaciones Thomas Tuchel, un técnico de nuevo cuño en la élite, con una larga experiencia en el fútbol formativo. A sus 37 años, ya tiene el reconocimiento del más insigne de los técnicos de la Bundesliga, Louis Van Gaal. Tras caer derrotado ante el Mainz, el holandés dijo que estaban ante “un equipo con obra de autor”.
Asoma el fútbol fresco, humilde, sin complejos, el que destrona con naturalidad a los poderosos, con una buena remesa de talentos para la selección alemana. Ya son unos cuantos.
Naxari Altuna (periodista)
ARTISTA!!
Naxari, eres un crack. Nos pones al día de toda Europa.He leído maravillas de Thomas Tuchel. Dicen que tiene unos conocimientos impresionantes, y que es capaz de cambiar de patrón de juego en un plis plas.