Antes de marcharse charlamos con el profesor azpeitiarra. El cóndor vuela.
- Bolivia, una cuestión de sentimiento.
Desde que llegué allí, he vuelto frecuentemente, para dar cursos, charlas, clínics… Casi he sido un boliviano más que nunca ha dejado de pensar en aquella tierra.
- ¿En qué consiste el nuevo proyecto?
Hicimos un estudio con el presidente de Bolivia (Evo Morales) y llegamos a la conclusión del grave vacío que existe en el fútbol boliviano entre los 14 y 19 años. En esa edad no hay mucha competición. Entonces, el salto era demasiado grande. Además, muchos jóvenes se perdían, por decirlo de alguna manera. Hemos desarrollado planes de competición en esa edad, queremos llevarlos a cabo; y también hemos creado escuelas de formación integral del futbolista profesional, en donde no solamente se entrena y prepara como futbolista, sino también recibe conocimientos de cultura general, de inglés, de computación, y como entrenador deportivo. Es decir, que aquel chico que después de tres años de formación no llegue a competir como profesional, pueda ser reintegrado, asimilado, por decirlo de alguna manera, para otras escuelas como entrenador.
- ¿Un plan pionero?
Lo que más se parece a es algo que se hizo en Francia allá por los setenta, con aquella escuela de Vichy. Pero era en otros términos y con diferente condicionante social. De hecho, aquí, en el scouting, vamos a tratar que sean chichos que no sean de las grandes capitales. Allí disponen de más medios. La idea es buscar jóvenes en las zonas rurales, allí donde no tienen muchas posibilidades para desarrollarse, ni como deportista, ni, incluso, como persona. Entonces, va a estar dirigido a ese tipo de personas.
- ¿Qué te aporta Bolivia?
Yo siempre he dicho que para mí hay un antes y un después en mi vida. Cuando llegué allí en el año 92, y cuando me fui en el 94. Es otra forma de entender la vida. Y ahora Bolivia es un país que se está desarrollando; está mejorando socialmente, y creo que pueden hacer bastantes cosas, buenas cosas. De hecho, pienso que dentro de no muchos años va a haber una corriente de ir, no solamente a Bolivia, sino a toda Sudamérica. Porque son países que están creciendo muchísimo, y ofrecen grandes posibilidades para desarrollar interesantes proyectos.
- El verano pasado trajiste un equipo de madres guaraníes a la Donosti Cup. Aquello resultó realmente emocionante.
Fue una experiencia inolvidable, que además sigue. Es decir, seguimos paralelamente haciendo también planes de desarrollo para la mejora de la gente indígena, la gente guaraní; y para luchar contra el mal de Chagas, para tratar de eliminar la vinchuca (insecto que habita en las paredes de adobe y provoca enfermedades cardiovasculares). Todo va relacionado con un plan conjunto. Pero, a parte de esto, la relación afectiva mía con Bolivia, como la de Bolivia conmigo (tiene la máxima condecoración del país: el Cóndor de los Ándes) nunca parará y seguirá incluso más fuerte que nunca.
- ¿Te volveremos a ver entrenando profesionales?
Me gusta este trabajo de formación de los jóvenes, pero tanto cuando he estado en ETB con la Champions, y en diversos medios de comunicación, yo siempre he pensado y me he sentido como entrenador. Pero cuando no hay posibilidades de trabajar como entrenador, estrictamente, en la alta competición, pues hay otras formas de buscarse la vida, entre comillas, como preparador técnico.
Naxari Altuna (periodista) @naxaltuna