SOCCER442 el juego del futbol
10 años
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El graderío palpitaba. Retumbaba por momentos. El Westfallen Stadion resistió a las emociones extremas, porque es un gran escenario, acostumbrado al rugir de la hinchada, y en sus entrañas el fútbol se convierte en aventura. Hay que ver el espectáculo que supone observar repletas las imponentes gradas del estadio más grande de Alemania.
El Liverpool, vencedor de todo menos la Premier League aquella temporada (2000/01), se enfrentaba en la final de la Copa de la UEFA a un equipo sorprendente, que hasta la final había vestido de rosa. Alguien lo bautizó como Pink Team. Faltaba ponerle la guinda a una aventura de fábula, y para la ocasión diseñaron una elástica curiosa. Viendo los colores de la misma, parecía la zamarra del Boca Juniors, reputado equipo de la célebre barriada bonaerense. ¡Qué tendría que ver todo aquello con el equipo de la Bombonera! Quizá el espíritu de conquista. El asalto a algo impensable que no imposible.
El Glorioso Deportivo Alavés, club octogenario por aquel entonces, se disponía a conquistar el sentimiento de la gente, algo mucho más importante y trascendental que ganar un título. Había dejado su traza de equipo sorprendente, valiente y seductor por campos de medio mundo. Casi siempre a contracorriente, solventando eliminatorias muy complicadas lejos de Mendizorrotza. Inolvidables fueron los partidos de Gaziantep, Trondheim, Milán y Kaiserslautern, con una lluvia de goles a cuál más espectacular. El partido ante el Inter de Milán en San Siro marcó el devenir del conjunto albiazul en la competición. Fue una eliminatoria increíble, fiel reflejo del espíritu inquebrantable que tenía aquel grupo de jugadores. En la ida llegaron a ir perdiendo por 1-3 en Mendizorrotza. El Inter era un equipo repleto de figuras tales como Blanc, Zanetti, Seedorf, Recoba o Vieri. El Deportivo Alavés tuvo arrestos para neutralizar la ventaja y viajó a San Siro con un 3-3 difícil de doblegar. Pero se superó a sí mismo el equipo dirigido por José Manuel Esnal “Mané” y Angel Garitano “Ondarru”. Era un equipo con el bigote bien puesto. Aquel día asistimos a una exhibición de idas y venidas a cargo del lateral derecho Cosmin Contra. El rumano llevó el pavor a las semivacías gradas de San Siro, divorciadas de su equipo por mor de la enésima campaña dececpionante. Ardían los asientos enfurecidos, pero el fuego no lo provocaron los aficionados del Inter; fue el jugador que iba y venía sin descanso, ése que generaba superioridad allá donde pisaba. Había que ver la cara de Marco Tardelli, entrenador del Inter. Tenía la mirada absolutamente perdida. Los goles de Jordi Cruyff e Ivan Tomic le dieron el pase al Deportivo Alavés.
Y cómo íbamos a olvidar aquella gélida tarde-noche de invierno en Noruega, con el Rosenborg como anfitrión. Otra goleada del Glorioso. O la visita a Kaiserslautern, al célebre Infierno de Betzenberg, tras un partido de ida en Mendizorrotza apoteósico, resuelto con un 5-1 inapelable. El Deportivo Alavés volvió a golear a los alemanes en su propia caldera, lanzando un mensaje claro a la comunidad futbolística internacional: “vamos a por el título”.
El 16 de mayo de 2001 Dortmund era un hervidero albiazul. Quién lo iba a decir, cuando un caluroso jueves de septiembre el Deportivo Alavés se estrenaba en una competición europea empatando sin goles en casa ante el Gaziantepspor. Un equipo modesto se fue haciendo grande en el camino, con elementos de gran personalidad y futbolísticamente brillantes. El Glorioso fue protagonista estelar en la final más loca y trepidante que se recuerda. Aquella en la que el Liverpool no cantó victoria hasta el mínuto 116, tras un autogol de Geli. El resultado final, 5-4, lo dice todo. Las lágrimas y los ojos vidriosos de sentimiento albiazul destacaron por encima de la alegría del campeón, acostumbrado a levantar trofeos. Pero no fue un triunfo cualquiera; resultó ser el más sufrido de todos. Me quedo con un detalle que nunca antes había vivido y después tampoco he visto: la cerrada y prolongada ovación a un entrenador, Mané, por parte de la prensa internacional en el momento de llegar a la conferencia ante los medios.
Diez años después, y con la perspectiva que marcan el tiempo y los acontecimientos, aquella trayectoria toma más valor, y sus protagonistas adquieren rango de leyenda. Herrera, Contra, Karmona, Téllez, Eggen, Geli, Ibon Begoña, Desio, Pablo, Astudillo, Tomic, Javi Moreno, Magno, Iván Alonso, Vucko, Azkoitia, Kike, Sarriegi, Raúl Gañán… Nunca lo olvidaremos.
Naxari Altuna (periodista) 