Caprichos del destino. Unas semanas antes del Mundial, Alemania perdía a su capitán y hombre de más peso en el equipo: Michael Ballack. Cuando algo así sucede en el fútbol, se tiende a echarse las manos a la cabeza. El nuevo jugador del Bayer Leverkusen cayó lesionado con su anterior equipo, el Chelsea, ante el deshauciado Portsmouth. Ballack sufrió una dura entrada del mediocentro ghanés Kevin Prince Boateng. Alemania entera alzó la voz contra el mayor de la saga (su hermando menor, Jerome, eligió jugar con la selección alemana), sin percatarse de unas curiosas e interesantes declaraciones del antiguo capitán de la Nationnalmanschaft, Oliver Kahn.
"Hay veces que la pérdida de un jugador importante lleva consigo la aparición de alguna sorpresa. Esto abrirá la puerta a los jóvenes talentos".
Esa premonición adquiere valor, ahora que Alemania presenta un perfil totalmente diferente a lo acostumbrado. Los germanos no sólo perdieron a su referente espiritual, Michael Ballack. Su compañero en la zona ancha, Thomas Hitzplerger, también desaparecía del equipo, tras un mal año, a caballo entre el Stuttgart y Lazio. El propio Franz Beckenbauer no las tenía todas consigo.
Alemania puso en marcha una especie de plan estratégico, con miras al Mundial de 2006. Construyeron los mejores estadios del mundo: funcionales y estéticamente a la vanguardia del arte moderno. El Allianz Arena de Munich, el estadio del Schalke 04 en Gelserkinchen, el campo del Hamburg, son ejemplos de vanguardia en el fútbol. Cualquier viernes por la noche, el partido adelantado a la jornada del fin de semana presenta un aspecto envidiable. Todos los campos repletos de gente.
El otro punto fuerte del plan fue relanzar la cantera alemana, venida a menos en los últimos años, por la proliferación de jugadores extranjeros en la Bundesliga. Lo foráneo siempre enriquece, pero muchas veces se tiende a descuidar la cosecha propia. Sucede en muchos países.
Alemania ganó el europeo sub'21 el año pasado en Suecia. Apalizó en la final a Inglaterra: 4-0. El equipo dirigido por el panzer Horst Hrubesch estaba compuesto por jugadores que comienzan a dar que hablar en la élite:
Manuel Neuer, Jerome Boateng, Mesut Özil, Sami Khedira, Denis Aogo, Marko Marin, Gonzalo Castro? Cuatro de ellos conforman ahora mismo la columna vertebral de la selección absoluta. Manuel Neuer, guardameta del Schalke 04, Jerome Boateng, lateral izquierdo del Hamburgo, Sami Khedira, mediocentro del Stuttgart y Mesut Özil, medio izquierdo del Werder Bremen. A ellos hay que sumar el jugador más versátil y competitivo que ha dado Alemania en mucho tiempo: Thomas Müller. Está realizando una temporada colosal. Primero en el Bayern Munich, de la mano de Louis Van Gaal. A sus 20 años, Müller es la cara de la nueva Alemania, pujante y entusiasta.
Pero no es la Alemania de siempre. A su valor competitivo hay que añadir, esta vez, una diversidad cultural que le dota de mayor riqueza: mental, técnica y física. 13 de los 23 componentes de la selección son de origen diverso. Dennis Aogo tiene sus raíces en Nigeria; Jerome Boateng en Ghana; Serdar Tasci y Mesut Özil en Turquía; Sami Khedira en Túnez; Marko Marin en Bosnia; Piotr Trochowski, Miroslav Klose y Lucas Podolski en Polonia; Mario Gómez en España y Jeronimo Cacau en Brasil.
"Esto enriquece el plantel", palabras del seleccionador Joachim Löw.
Junto a Thomas Müller, destaca sobremanera
Mesut Özil. Un dechado de técnica. Tiene una pierna izquierda prodigiosa, amén de un carácter extremadamente competitivo. Creció en las categorías inferiores del Schalke 04. Y siendo casi un juvenil, se enfrentó a su entrenador, porque quería ser titular. Özil pagó cara su insolencia, y terminó abandonando el equipo de Gelsenkirchen. El Werder Bremen lo acogió y allí ha explotado como un talento muy a tener en cuenta. Eligió Alemania, desechando la posibilidad de jugar con Turquía. Es la bandera del nuevo fútbol alemán, mestizo y diverso, abierto y multicolor.
No quería olvidarme de dos talentos que vienen pegando fuerte: Marko Marin (tiene un aire al gran Pierre Littbarski) y Toni Kroos, avanzado del Bayer Leverkusen.
Países europeos como Italia, Inglaterra y Francia están en una encrucijada a medio-corto plazo.
¿Qué viene por detrás? Alemania cuenta con la Liga de mayor afluencia, jóvenes florecientes y una estructura envidiable. En contraposición a campeonatos como el inglés o el italiano, metidos en deudas, sin un trabajo de cantera definido, y con muchas dudas de cara al futuro. Alemania, un país a seguir.
Naxari Altuna (ETB-ko kazetaria)